CORAZÓN DE CORAZONES, Tú nos enamoras poco a poco con Tu amor: eres paciente, lento a enojarte, no tienes memoria de nuestras faltas después de pedirte perdón.
La balanza de nuestras faltas y Tu inmenso amor, siempre esta a Tu favor. Has dicho que nuestros pecados son como sólo una gota en el mar de Tu Divina Misericordia. ¡Y como abusamos de esa misericordia y de tu perdón!
Piensas en nosotros cada instante, tocas a la puerta de nuestros corazones, esperas con infinita paciencia para ver si tenemos aunque sea un momentito para Ti.
Nuestra deuda contigo crece momento a momento y toda la eternidad no bastará para darte las gracias.
Este mundo nos distrae tanto, nos ocupa, nos preocupa cuando Tú que eres la paz misma tienes la solución para todos nuestros problemas si sólo te buscáramos. Nos hace falta tanta fe para no preocuparnos de nada y dejar todo, todo, todo en Tus manos.
Ten paciencia, tenemos Tu promesa de que Tu gracia nos basta, pero aun así somos débiles, frágiles y torpes. ¡Nos dejamos engañar con tanta facilidad! Nos estorba nuestro orgullo y nuestro amor propio, nuestros planes y nuestros sueños de popularidad y de grandeza, cuándo Tú amas a los humildes, a los pobres, a los olvidados.
¿De que podemos presumir si todo lo que tenemos lo hemos recibido de Ti, si nos creaste de la nada, moriste para rescatarnos y comprarnos el cielo?
¿Cómo es posible que seamos tan malagradecidos, cómo puede ser que a pesar de todo Tú nunca dejes de amarnos?
Corazón de Corazones eres puro amor, enséñanos a amarte y a verte y amarte los unos en los otros hasta que llegue el momento de presentarnos ante Ti. Ese momento tan esperado por Ti y por nosotros. Ese momento cuando Te veremos cara a cara, ese momento cuando nos recibirás con un abrazo tan lleno de amor que si no estuviésemos ya muertos en ese momento nos moriríamos de enfrentarnos con tanto amor, con tanta ternura, con tanta bondad. No podemos ni imaginárnoslo pero de que llegará, llegará.
Que llegue ese momento cuando Tú quieras Amor, solo Te pedimos que sea en un momento cuando estemos preparados. No nos desampares en el último momento, el cual será el momento más importante de nuestra vida; porque todos los demás no valen nada si no estamos preparados en ese último momento.
Permítenos ser acompañados por Tu madre santísima, nuestra abogada y defensora. Con ella a nuestro lado nos sentiremos seguros. Tú no puedes negarle nada y si como Dios pudieras tener alguna debilidad sería lal de no poder negarle nada a Tu madre.
Aunque nos has hecho libres no nos permitas alejarnos de Ti ni por un momento, no nos permitas poner ningún bien o persona entre Tú y nosotros.
Todo esto Te lo pedimos con todos nuestros corazones con la seguridad de que por Tu amor y Tu misericordia, así será.